5.3.12

La misma moderna cosa

Come on and let it out, come one and let it out…(Jigsaw Falling Into Place - Radiohead). Simplemente caminar y contemplar lo tan lejano a nuestro alrededor. Simplemente obedecer lo tan ajeno a nuestro ser. Simplemente cotejar las manías del poder. Simplemente respirar el olvido y el start again.
Freedom vs liberty: ¡cuánta idiotez humana! Porque un sacrificio equivale a la interrupción de la ausencia de trabas a mis movimientos… sí, MIS movimientos: beberé de la sangre del individualismo -consecuentemente hedonista- hasta que la muerte me halle rindiéndome culto, martirizándome, o alabando a mis genios.
 Un sacrificio, una promesa, una delegación de self-power es un riesgo colectivo. Y me atropella la gente, y ya ni los miro… mi cuerpo genera esa extraña sustancia auto-defensiva llamada “aversión”. La aversión ciudadana es la máxima expresión del hombre individualista. Somos millones y somos nada. Mil voces internas buscan el diálogo telepático con esos millones, pero esos millones viven subsumidos en mundos diferentes, o en una realidad que parece desglosarse en múltiples hojas, cada una de ellas inconmensurables. Me apena el hecho de saber que perdimos ciertas sensibilidades primitivas… y con primitivas no me remito a una crítica peyorativa de tilde iluminista, sino más bien con un valor intrínsecamente humano. El intercambio de miradas, la comunicación del sexto sentido: comunicación. Miradas blancas, grises, y negras: miradas indistintas.
 El paso sincronizado  por el mandato de la responsabilidad, o impuesto por la música que ametralla nuestros oídos, concreta una perfecta coreografía. Millones que se desplazan a un lugar. Millones que se dirigen a ser olvidados, o con suerte recordados por unos pocos. Millones que se congregan en un cementerio, que ya nada tienen por hacer o cumplir. En una caja vivimos, y en otra caja vivimos la muerte. Celebramos la muerte con hastío y vivimos cada día de la misma manera. Las líneas divisorias entre muerte y vida terminaron de fundirse, y la dicotomía se unió inesperadamente en una armonía. 
Un relato más que nunca dejará de tener un fin.



Mary Florence
Marzo 2012

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